Luces de Navidad

La Navidad también puede ser un buen momento para dar luz a nuestras casas. Disponemos de más tiempo y el ambiente festivo parece que anima a decorar nuestros hogares y darles un nuevo aire.
El color y la luminosidad son las claves, ya se trate de lámparas de mensa, de pie, plafones y luminarias de techo. Aquí os dejamos sólo dos ejemplos que pueden ayudaros y que por sí mismos son capaces de cambiar el estado de cualquier estancia. La primera es una lámpara de techo, donde predominan el blanco y la luz. La segunda, disponible en varios colores, representa una explosión de alegría para cualquier zona de la casa.

Diseñado para el relax

Qué mejor colofón para una casa como la desarrollada por Baluarte con la iluminación de Lámparas Oliva, que hemos venido mostrando a lo largo de las últimas semanas, que un lugar pensado para el descanso y el relax.
Se trata de una zona de spa, con una piscina en torno a la cual se organiza el espacio. Se han utilizado halógenos instalados alrededor del agua, así como luces que iluminan ésta desde el fondo de la piscina, consiguiendo un efecto de profundidad. Las paredes, en madera, y también en tono rojo, al igual que las columnas, aportan gran calidez.
En resumen, un espacio diseñado para disfrutar del tiempo con toda la calma del mundo.

Una intensa pincelada de color en la cocina

Terminamos nuestra visita a esta fantástica casa de la Inmobiliaria Baluarte en la cocina. Siguiendo el estilo funcional y sencillo del resto de la vivienda, la iluminación puntual en techo y zonas de trabajo se resuelve con discretos halógenos. El toque de sofisticación viene dado por la lámpara de techo que, con su rabioso color naranja, ofrece un contraste perfecto a los tonos grises del resto de la decoración. Una idea a tener muy en cuenta para la decoración de cualquier espacio.
Esperamos que os haya gustado está extensa pero apasionante visita en la que fluyen las sugerencias de decoración más elegantes y actuales.

Suavidad para el dormitorio infantil

En el dormitorio infantil nunca son aconsejables los excesos. Por eso, la iluminación también contribuye, al igual que los tonos suaves de las paredes, las tapicerías y los muebles, a crear un ambiente de calma propicio a los sueños profundos y a los juegos tranquilos. Unos sencillos focos halógenos situados en el techo aportan una iluminación homogénea a la habitación. Ésta se ve reforzada en la zona de la ventana para incrementar la luminosidad natural que por ella entra. Los toques de sofisticación vienen dados por las lámparas de pie y de sobremesa de color blanco que aportan personalidad sin romper con el estilo de la habitación.